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martes, 22 de abril de 2014

₃₃ Dark Matter (2013)

Tipo: Scroller lateral
Año: 2013
Estudio: InterWave Studios
Multijugador: No
Puntuación: 3

Dark Matter es la historia de un fracaso. Nació como un proyecto de Kickstarter en el que se intentaba reunir 50.000 libras (unos 60.000 euros, una cantidad razonable). Sin embargo, se quedaron en 6.227£, una cifra muy alejada de la buscada. ¿Motivos? Ni idea, porque el juego tenía buena pinta. Quizá por el hecho de usar libras, con lo cual quienes pagaran en dólares y euros no sabían cuánto se les iba a cobrar. Tal vez porque hasta el último momento no hubo una demo, o porque no encontraron eco en revistas y medios de información populares, quién sabe.

El caso es que el dinero no llegó y ahí empezaron los problemas. Se despidió a casi todo el equipo de desarrollo de InterWave pero, en lugar de cancelar completamente el juego, se buscó un distribuidor que no mire mucho lo que vende (Iceberg) al que endosarle lo que ya estaba hecho como si fuera un juego completo. Y no lo es. La gente se dio cuenta al toparse con un final cutre y repentino, y podéis imaginaros la ira internetera que vino a continuación. Ay, triste fin para un prometedor proyecto.

Estructuras orgánicas infestan la nave.

Como yo ya sabía todo esto antes de comprarme el juego, y lo conseguí con un buen descuento, he podido disfrutar sin traumas lo que tiene que ofrecer, que no es poco.

Nuestro personaje es una alférez despertada de la criogenia por una de las IA de la nave Endeavour. Tal como nos informa el ordenador, ella es la única superviviente del ataque a la astronave por parte de entidades alienígenas, y ahora debe encontrar la forma de escapar de ese laberinto mortal. Los extraterrestres, de formas bulbosas y orgánicas, nacen de huevos plantados sobre los restos de los tripulantes. En efecto, el "homenaje" a Alien no podía ser mayor sin que les presentaran una demanda.

Dicho sea de paso, para llevar setenta años abandonada a su suerte, la Endeavour se conserva asombrosamente bien: hay luz, aire respirable en todas las zonas e incluso funcionan aún muchas de las plantas de producción (que francamente, no sé qué hacen porque la IA se explica con el culo y no hay modo de repetir sus parrafadas). Irreal, creo yo, pero no más que el hecho de que los aguerridos pelotones de marines espaciales de la nave fueran incapaces de repeler la invasión y en cambio nuestra inexperta muchacha vaya limpiándola sin problemas equipada con un par de armas cutres. En efecto, te pasas tres cuartos de la aventura con una escopeta futurista como ataque principal, aunque no me puedo quejar porque es el tipo de arma que se adapta a mi estilo: disparar, retroceder mientras cargas, disparar. Así me pasé Doom y Doom 2.

Globo con tentáculos a las doce.

El juego en sí es un scroller lateral de toda la vida, bastante cuidado gráficamente, con sombras y efectos tridimensionales en lo que se ha venido a llamar 2.5D. Nuestra protagonista puede andar, correr, saltar, arrastrarse, subir por las escaleras y por supuesto disparar, pero a diferencia de un verdadero juego de plataformas, la dificultad se centra en el combate y en resolver los pequeños puzles de llaves e interruptores de cada nivel, y no en la precisión de nuestros movimientos. Los efectos de luz, además de logrados, cobran gran importancia porque afectan a las criaturas (normalmente cabreándolas cuando las enfocamos con la linterna). Lo sensato sería apagar todos las fuentes de iluminación, pero claro, avanzar a oscuras por una nave infestada de bichos tampoco parece una buena idea...

En cuanto a los recursos (armas, munición y botiquines), Dark Matter intenta huir de la habitual patochada de que los enemigos dejen caer objetos útiles, que queda muy irreal (en particular cuando todos nuestros oponentes son inhumanos), con una bobada un poco menor: las criaturas dejan caer fulerenos con los que luego podremos construir esos recursos en plantas procesadoras repartidas por cada nivel. Cerca de éstas suele haber otras máquinas que nos permiten salvar nuestro avance. Aunque la munición es limitada (salvo para la débil pistola), el respawning se limita a zonas puntuales (las "hives" o colmenas), por lo que volver sobre nuestros pasos no suele entrañar grandes peligros.

Todo viene a ser similar.

Aparte de la brevedad del juego, su carácter incompleto se nota en la brusquedad de algunas animaciones (como el cambio de arma), la poca versatilidad de movimientos de los bichos, que por ejemplo suben las escaleras sin inclinarse siquiera, etc. También, y particularmente, en la nula variedad de entornos: todos los pasillos se parecen y es virtualmente imposible distinguir en qué nivel nos encontramos; la prueba la tenéis en estos (por otro lado útiles) walkthroughs en vídeo. Fruto de esa monotonía, el juego acaba haciéndose repetitivo. Todo es recorrer larguísimos corredores básicamente iguales entre sí y tratar de sobrevivir a los ocasionales encuentros con alienígenas. De estos, los más poderosos resultan decepcionantes porque básicamente son toros acorazados: embisten y ya, incluida la reina que hace de final boss.

Dicho todo lo cual, Dark Matter es un buen juego que no tuvo el desarrollo que se merecía, y si podéis encontrarlo a buen precio os recomiendo darle una oportunidad. A mí (que soy seguramente un poco torpe) me ha durado 12 horas de juego. Bastante más que Limbo, por ejemplo.

Similitudes razonables con...


Let Them Come

OddPlanet

The Fall

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