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jueves, 16 de junio de 2016

₉₅ Might & Magic: Clash of Heroes (2011)

Tipo: Estrategia/puzles
Año: 2011
Estudio: Capybara Games
Multijugador:
Puntuación: 4

Clash of Heroes viene a ser un spin off de la famosa saga de rol y estrategia Might & Magic (la trama se sitúa, por lo visto, unas décadas antes de Heroes of Might and Magic V). Fue desarrollado originalmente para Nintendo DS y se distingue del resto de la serie por ser mucho más simple; digamos que es una mezcla de estretegia sencilla, puzles consistentes en alinear elementos de tres en tres y, de paso, una pizca de rol, todo ello con buenos gráficos y personajes relativamente interesantes.

Si huis de la complejidad de los juegos de estrategia habituales pero tampoco queréis cosas demasiado infantiloides, las batallas sencillas pero intensas de Clash of Heroes pueden ser lo que estáis buscando.

Es curioso, pero primero conocí este juego por los sobres de figuritas que se vendían en los quioscos y a las que se aficionó mi hijo. Los que seáis padres ya sabréis que los sobres suelen ser un sacacuartos bastante tonto, pero estos estaban bien de precio y las figuras, que corresponden a personajes y unidades del videojuego, son de calidad; lástima no haberlas podido conseguir todas. Por lo visto sólo salieron para España y Portugal (¿por qué?, ni idea).

Una batalla con los elfos, objetivo proteger la bellota.

Pero vamos con el videojuego propiamente dicho. La historia, simple como suelen serlo todas, va de una invasión de demonios que tratan de tomar los otros reinos (elfos, caballeros, muertos vivientes y magos) alentados por una misteriosa figura. Cinco jóvenes relacionados con la nobleza de varios de esos reinos se ven obligados a luchar contra el peligro que amenaza la paz, bla bla bla, lo de siempre.

El juego posee varios entornos, pero el principal es, de lejos, el del campo de batalla. Aunque los decorados varían, el funcionamiento real siempre es el mismo. Hay dos frentes en pantalla, siendo el del jugador el situado en la zona inferior. Ahí se acumulan las unidades, que debemos preparar para el ataque o la defensa, y el objetivo es dejar al oponente a cero puntos de vida antes de que él haga lo propio con nosotros. Normalmente disponemos de tres movimientos por turno antes de que le toque al contrario.

Posiblemente la batalla más sorprendente del juego.

Para activar las unidades, debemos juntarlas en grupos de tres del mismo color. Si el grupo es vertical, las unidades se juntan en una sola y atacarán cuando transcurra un número de turnos (depende de la unidad, unas son más rápidas y otras más lentas). Si en cambio el grupo de tres está en horizontal, preparan una barrera para protegerse de los ataques del enemigo. Aparte de las tropas básicas de cada ejército, existen también unidades de élite, que ocupan dos recuadros y se cargan poniendo detrás dos unidades normales de su color, y las campeonas, que ocupan 2x2 recuadros y para cargarse necesitan cuatro unidades de su color detrás. Y también hay modos de potenciarlas y fusionarlas. Igual así explicado queda raro, pero es muy sencillo y de todos modos las primeras batallas del juego actúan como un tutorial.

Ocasionalmente los combates serán especiales, con objetivos diferentes como atacar en cierto lugar del campo enemigo, proteger a una de nuestras unidades, realizar cierta acción en un solo movimiento, enfrentarnos a un enemigo de final de fase, etc. Curiosamente, me ha dado la impresión de que conforme avanza el juego, estas batallas especiales resultan menos creativas y más cansinas. O igual era yo el que estaba ya cansado de tanto combate.

Batalla final de Clash of Heroes.

Por lo general, antes de cada batalla podemos elegir con qué tipo de unidades contaremos. Las de élite y campeonas mueren si caen en la lucha, y aunque siempre se pueden comprar más, supone un gasto importante si no vamos con cuidado. Además, nuestro héroe (cuyo dibujo aparece abajo a la izquierda) va subiendo de nivel y con ello sus puntos de vida, e influye en la batalla de dos formas: con un ataque especial que sólo se puede activar cuando se llena la barra de poder que aparece junto a él, y con el uso de un artefacto a elegir de los que encontremos para cada héroe, cada uno con un poder particular (mi favorito es el que da un movimiento más a cada turno). Las elecciones estragégicas, como veis, son menores pero aportan cierta variedad de enfoques a las batallas: más defensivas u ofensivas, volcadas en cierto tipo de unidades, etc.

El resto del juego se desarrolla en la fase de movimiento. Básicamente, vamos de un sitio a otro hasta que nos metemos voluntaria o involuntariamente en una batalla. Cada pantalla de este tipo posee varios círculos, y podemos ir "saltando" de uno al siguiente (me recuerda un montón a los viejos juegos de mesa tipo El Imperio Cobra). Visualmente los paisajes son muy bonitos, pero como ya comprenderéis la importancia de estas secciones es muy relativa, al final lo que cuenta es darse de piñas y vencer, o el juego no avanza.

Fase de movimiento en Irollan.

En el modo de campaña participamos en toda la historia de la guerra, interpretando sucesivamente a cada uno de los jóvenes héroes. Tras la larga intro empezamos con Anwen, la elfa, a la que pronto acompañará Findan (esta es otra característica, cada héroe va con un ayudante fijo, que ahora no interviene pero que luego se puede usar en las batallas PvP). Deben impedir que los demonios se hagan con el bosque de Irollan y de paso contener también el ataque de los caballeros, confundidos por un complot de los malos. Las tropas elfas son rápidas y sus muros vegetales se regeneran solos, lo que la convierte en una buena facción, fácil de manejar y ágil en el combate.

Superada esta primera fase, tomamos el papel de Godric, un joven caballero del Imperio Grifo cuya familia ha sido acusada de alta traición. Debe recuperar su buen nombre con ayuda de Varkas y su perro, y descubrir quién está realmente detrás del ataque que han lanzado los caballeros contra los elfos, sus antiguos aliados (recuerda un poco a Rohan en El Señor de los Anillos, pero aquí Grima no es ningún pringadillo). Las tropas de Haven son un poco lentas pero resistentes, y sus unidades especiales bastante majas. Digamos que es una facción equilibrada.

Sí, a Ludmilla se le va un poco la chota.

Fiona, la hermana de Godric, murió en el ataque inicial de los demonios. Pero por supuesto en este juego eso no impide que la tomemos como personaje, convertida en fantasma y exiliada en la tierra de los muertos, Heresh. Este es seguramente el episodio más interesante y emotivo del juego. Fiona descubre, gracias a Markal, que tal vez haya un modo de regresar a la vida, pero para ello deberá enfrentarse a la demente nigromante Ludmilla, que trata de devolver a la necrópolis su antigua gloria. Las tropas de los muertos vivientes molan, no tanto las unidades básicas como las de élite y campeonas, que son letales.

El hermano menor de Fiona y Godric, Aidan, ha acabado en el infierno (o Sheogh), y no se sabe por qué pero lleva una daga mágica fusionada al brazo que le permite comandar a los demonios. Conoce entonces a la seductora súcubo Jezebeth e inicia una acelerada carrera de creciente poder y maldad. Mola. Eso sí, casi todas las batallas son contra tu propio bando y acaba haciéndose repetitivo. La facción infernal es muy ofensiva y también posee buenas unidades especiales, me siguen gustando más los muertos pero para divertirse destruyéndolo todo ya valen.

La hermosa Jezebeth corrompe fácilmente a Aidan.

Y finalmente llegamos a Nadia (que aunque se escriba justo al revés de Aidan no tiene nada que ver con este). Pronto se deduce que su padre es el malo, y la chica debe avanzar junto a Cyrus enfrentándose a una horda tras otra de criaturas y magos de la Academia. Esta es, por desgracia, la parte más aburrida de todo el juego. Silver Cities es una facción inspirada en las Mil y Una Noches pero enormemente defensiva, y luchando contra sí misma tenemos batallas laaaargas donde nadie hace daño a nadie. Si las anteriores te las puedes ventilar en un par de minutos, estás se pueden ir media hora o más. Pero bueno, el caso es que al final se juntan todos los chavales, Aidan se libra de la daga y de su maldad (oooh) y Nadia venga a su padre cargándose al espíritu o lo que sea que lo poseyó. Fueron todos felices y comieron perdices.

Por supuesto, hay otros modos de juego aparte de la campaña. Podemos entrar en una batalla rápida, jugar en red o incluso enfrentarnos a un colega en el mismo PC, moviendo por turnos. Pero normalmente cuando has llegado a este punto te has saturado de batallas para un largo tiempo. Salió una pequeña expansión con nuevos personajes (que no unidades), llamada I am the Boss, pero no tuvo mucho éxito. Y aunque son numerosos los aficionados que aún ansían una segunda parte del juego base, no parece que ese sueño vaya a hacerse realidad porque Capybara Games tuvo que devolver los derechos a Ubisoft. Lástima porque el juego está muy bien pese (o gracias) a su sencillez.

Similitudes razonables con...


Warcraft: Orcs & Humans

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