₁₀₂ The Cave (2013)

Tipo: Aventura
Año: 2013
Estudio: Double Fine Productions
Multijugador: No
Puntuación: 4

The Cave es una original propuesta de Double Fine (el estudio responsable de la saga de Psychonauts o de Broken Age y también, ya dentro del ámbito de los desastres, de Spacebase DF-9) que no obtuvo en su momento el reconocimiento que en mi opinión merecía. Por ello vamos a analizarlo hoy y darlo a conocer a la legión de seguidores de este blog (sí, es ironía).

Para abrir boca, diré que su principal creador fue Ron Gilbert, celebérrimo por su gloriosa etapa en LucasArts, donde desarrolló auténticos clásicos de las aventuras gráficas como Maniac Mansion, Indiana Jones and the Last Crusade o los primeros títulos de Monkey Island, y que tenía la idea para este juego guardada desde esa época. ¿A que va sonando bien?

De hecho, Gilbert se pasó a Double Fine, propiedad de su amigo Tim Schafer, exclusivamente para desarrolar The Cave y luego dejó la compañía (aunque cabe plantearse si las pobres ventas de este título no contribuyeron a esa marcha). Y pronto se comprueba que este juego muestra fuertes reminiscencias a Maniac Mansion, sobre todo por el hecho de que existen siete personajes disponibles, de los que tenemos que elegir tres para explorar la cueva que da nombre a la aventura.

Bienvenidos a la Cueva. No se vayan sin visitar nuestra tienda de recuerdos.

Cada uno de estos personajes (que son el caballero, el paleto, los niños (siempre juntos), la viajera del tiempo, la exploradora, la científica y el monje) posee un poder único, como la inmunidad del caballero o la capacidad del paleto para respirar bajo el agua, y se ha cuidado su individualidad de forma que todos ellos resulten interesantes y merezca la pena llevarlos en la partida. Aparte de su poder individual, para cada uno de ellos existe una zona dedicada en la cueva a la que no podremos acceder si no lo tenemos en nuestro equipo; por ello, para recorrer todos los rincones de la caverna habrá que recorrerla al menos con tres grupos diferentes de personajes. Esto sin duda le da "rejugabilidad" a The Cave, pero también resulta un poco aburrido por la necesidad de superar de nuevo las zonas comunes a todos los grupos (y aunque ya sepas cómo resolver los puzles, es una tarea lenta). Aquí tenéis un buen walkthrough con el esquema de aparición de los niveles, por si os interesa.

¿Un mar bajo tierra? Esto ya lo dijo el profesor Lidenbrock.

Por empezar con los defectos de The Cave, destacaría que no hay una verdadera historia detrás de nuestra aventura y que la cueva en sí no posee lógica. Se supone que se trata de una especie de atracción montada en el interior de una enorme caverna parlante (sí, la propia cueva nos va contando la historia), con zonas temáticas, por así llamarlas, a las que accede un grupo de individuos que ansían algo importante en sus vidas (esto se va deduciendo gracias a los diferentes murales que hallamos para cada personaje, lo que no deja de ser un truco barato). Así, dentro de la cueva nos podemos encontrar cualquier cosa, de castillos a pirámides e incluso una isla (que ya me dirá usted cómo es que está ahí abajo, toda rodeada de mar).

Por otro lado los niveles en sí, tanto los comunes como los dedicados a cada personaje, son muy divertidos y poseen bastantes golpes de humor (mi favorito seguramente es el castillo y su princesa que muere de amor... ah, no, muere devorada por el dragón), pero es cierto que esa falta de homogeneidad entre ellos y la ausencia de un verdadero argumento para la aventura en sí hacen que la experiencia resulte menos impactante para el jugador: superada una sección, te puedes olvidar de ella porque no tiene mayor relevancia después. En Maniac Mansion había que rescatar a Sandy y en Monkey Island acabar con LeChuck, pero aquí con ir avanzando basta. Sí que hay una elección moral para cada personaje al final de la partida, pero nada tremebundo.

Ah, la merecida recompensa a la ineptitud.

En ese sentido, también la sencillez del juego, mucho mayor que en las aventuras gráficas clásicas, juega curiosamente en su contra. No podemos morir (realmente sí que podemos, pero reaparecemos de inmediato), no es posible quedarnos atascados en un callejón sin salida y además cada personaje sólo puede llevar encima un objeto (no hay inventario). Esto hace que los puzles se limiten a recorrer la sección actual para traer lo necesario y activar algunos mecanismos con uno o dos personajes para que el otro pueda avanzar. Hay un par de puntos más complejos, pero el juego hasta nos ofrece la dirección de una página web con la solución del más lioso (no estoy de broma, es monkpuzzle.com). Por su parte, los elementos propios de un juego de plataformas, que podrían diferenciar a The Cave de los point & click al uso, son tan sencillos que no tienen verdadero efecto sobre el juego, más allá de ralentizar nuestras acciones al tener que escalar o saltar de un lugar a otro, y casi se lo podría considerar un scroller horizontal/vertical. Por supuesto que agradezco no tener que devanarme los sesos con desafíos absurdos a lo Deponia, pero sospecho que con niveles algo más pequeños y puzles más complicados habría tenido todo más gracia.

Cosas que pasan... cuando eres un mal bicho.

Tal vez para compensar esa falta de esfuerzo mental, nuestra vista se regocijará al contemplar los excelentes gráficos, con una paleta de colores verdaderamente admirable que además varía en algunas zonas según nuestras acciones, alterando totalmente el ambiente. Los cuidados movimientos de los personajes y las voces tanto de la cueva como del resto de personajes con los que nos topemos (eso sí, en inglés con subtítulos en castellano) son también muestra del buen hacer de Double Fine.

Como conclusión final, diría que Tha Cave es una buena aventura a la que le faltó un par de detalles para poderse convertir en un clásico, sobre todo por el escaso compromiso por parte del jugador que exigen tanto la trama como los puzles. Dejando eso a un lado, el producto tiene calidad, ingenio y muy buenas dosis de humor, así que los amantes de las aventuras gráficas no podéis dejarlo pasar si os surge la oportunidad de disfrutarlo.

Similitudes razonables con...

Brothers: A Tale of Two Sons

Valiant Hearts