
Año: 1989
Estudio: Lucasfilm Games
Multijugador: No
Puntuación: 4
Durante más de una década, Lucasfilm Games (posteriormente Lucasarts) definió y pulió el concepto moderno de aventura gráfica, desterrando al olvido definitivo las farragosas aventuras conversacionales y los comandos por teclado. Fue un proceso con el que no cargó en solitario (Sierra, por ejemplo, también contribuyó a ello), pero los muchachos de Lucasarts supieron añadir humor e ingenio a sus aventuras gráficas; eran juegos que apetecía jugar, y no sólo superar. Y entre ellos, el primer gran éxito fue Indiana Jones and the Last Crusade, cuya aparición coincidió con el estreno de la tercera película de la saga (que como todos sabéis también alcanzó la gloria, en su caso cinematográfica).
Es cierto que el primer juego de Lucas en apostar por este enfoque y usar el interfaz SCUMM, con el que sólo necesitamos usar el ratón, fue Maniac Mansion (1987). Pero aunque ese videojuego cosechó buenas críticas y se granjeó un culto de seguidores (y de paso se vendió bastante bien), no supuso una verdadera ruptura que atrajera nuevos jugadores al género, como sí hizo Indy 3. Eso no quiere decir, por supuesto, que este sea un juego perfecto. Muy al contrario, adolece de ciertas rémoras típicas de los primeros point & click y otras particulares de este título, como veremos a continuación.