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sábado, 18 de enero de 2014

₂₆ Dreamweb (1994)

Tipo: Aventura gráfica
Año: 1994
Estudio: Creative Reality
Multijugador: No
Puntuación: 4

Cuando uno analiza juegos antiguos suele limitarse a los clásicos que casi todo el mundo conoce y disfrutó en su momento. Pero en esta ocasión voy a hablar de un título mucho más minoritario, cuyas reseñas fueron muy negativas en la época de su lanzamiento, pero que con el tiempo ha alcanzado un estatus de "juego de culto" entre una pequeña legión de fans. Un juego además extraño para su tiempo, donde nunca sabes si el protagonista está cuerdo o loco, y con una violencia explícita que, aunque ahora parezca hasta naïf, en su momento me pilló por sorpresa. Dreamweb.

La tela de los sueños.

Esta aventura gráfica de 1994 presenta una estética futurista deprimente, muy deudora de Blade Runner desde sus propios títulos de crédito (y en aquella época de escasez audiovisual, cualquier cosa que nos recordara a Blade Runner era irresistible). El protagonista es por una vez un auténtico antihéroe, un camarero con crecientes pesadillas cada vez más vívidas que lo impulsan a buscar a siete individuos para acabar con ellos.

Según sus sueños, esas siete personas están destinadas a controlar la "tela de los sueños" (dreamweb) y usarla para el mal, si no lo impedimos. Hasta aquí la cosa es más o menos normal. Pero a lo largo de la trama nuestro personaje asesinará a sangre fría a esas personas y a alguna otra que se cruce en su misión, sin que parezca que éstas estén dedicadas a nada malo. Al final hay algún documento confuso y unas escenas irreales que podrían validar nuestras creencias, pero muy poca cosa. Tras el lógico pero deprimente final, te preguntas si has salvado el mundo o sólo has ayudado a un esquizofrénico a asesinar inocentes.

Sweet dreams are made of this

Siempre es de noche, no para de llover,
y encima te roban las botas.

La estética es sin duda lo más interesante de Dreamweb. En los exteriores siempre es de noche, nunca deja de llover, en una ciudad sucia y mal conservada, con luces débiles y aspecto decadente. Por ella pululan ladrones, criminales, poderosos sin escrúpulos... Como contraste tenemos las escenas en la red del sueño, un lugar de aspecto medieval también extraño y siniestro. Un detalle realmente curioso es que durante el juego tenemos que usar varios ordenadores. Y no mediante el típico "icono usar + computadora", sino ver la pantalla y teclear comandos parecidos a los de DOS para poder leer cartuchos. Sí, un futuro deliciosamente desfasado, precisamente a lo Blade Runner.

Destaca también, aunque no de forma tan positiva, el curioso interfaz. Sólo la parte central muestra el entorno de juego, limitado a pequeñas habitaciones o secciones de calle, con mucho espacio desaprovechado incluso para lo pequeñas (en píxeles) que eran entonces las pantallas. Una especie de lupa permanente nos ayudará a localizar los objetos críticos, que a menudo son realmente pequeños y disimulados. Dicho sea de paso, la mayor parte de estos objetos no sirven de nada, aunque queda bien leer la descripción de cada uno, poner un CD en el lector y reproducir la música, etcétera (por cierto, ese álbum que aparece en el juego es Woodface de Crowded House). A diferencia de muchas otras aventuras gráficas, las conversaciones no muestran opciones ni hay que inventar cosas raras para superar los desafíos: destornillador, cuchillo y pistola serán nuestros mejores amigos.

Esta escena fue censurada
en Australia (en serio).

De hecho, para un ambiente tan cuidado y evocador, la trama se revela demasiado breve, como si se hubiera reducido a partir de la idea original. Una vez cometemos el primer asesinato los demás se suceden de forma acelerada, algunos sin apenas dificultad. Ojalá el juego hubiera permitido explorar más zonas, algunas tramas secundarias o disfrutar simplemente de una ciudad cyberpunk.

Extras

Dreamweb ha sido liberado legalmente en Scumm y podéis descargarlo libremente. No obstante, la versión que he usado para esta reseña es la de abandonware, también fácil de encontrar y que da menos problemas en DosBox.

La versión original del juego venía acompañada de un cuadernillo con pensamientos del protagonista, adecuadamente llamado Diary of a Madman. Podéis echarle un vistazo para incrementar la inmersión en la partida.

Por su parte la banda sonora, igualmente alabada (aunque en mi opinión no es tan buena como, por ejemplo, la de Ascendancy), salió en CD y ahora puede escucharse en Youtube.

Y como última curiosidad para nostálgicos, en la mítica revista Micromanía, nº 80, aparecieron los mapas completos y la solución de Dreameb (walkthroughs hay un montón en la red, más que nada lo digo por los planos de cada nivel).

En resumen

Dreamweb fue una rara avis en su género, precursora de tiempos más oscuros en los videojuegos, que se topó con reacciones encontradas por parte de crítica y público pero que ha ido demostrando su valor con los años. Le faltó un entorno más extenso, con máyor libertad de movimientos y cierta interacción social con otros personajes (como por ejemplo con la pobre Eden, la novia de nuestro protagonista). Nadie es perfecto.

Similitudes razonables con...


Syndicate Wars

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