Año: 1991
Estudio: Westwood Associates
Multijugador: No
Puntuación: 3
Bienvenidos, aventureros. Nos encontramos en Waterdeep, una de las principales ciudades de los Reinos Olvidados (aquí la tradujeron como Aguas Profundas). Algo pasa en el subsuelo. ¿Qué? No está muy claro, sólo sabemos que se nos ha contratado para meternos en las cloacas a investigar, y tendremos que descender más y más hasta enfrentarnos con el peligro que acecha en las profundidades... ¿Tendrá algo que ver con los contempladores (beholders)? Pues igual sí.
El aspecto del interfaz es el clásico dungeon crawler con perspectiva "tridimensional" en primera persona y movimiento a saltos de casilla en casilla. Manejamos inicialmente a cuatro personajes, a los que pueden sumarse más adelante otros dos PNJ de los que encontremos (o resucitemos) bajo las alcantarillas de Waterdeep. Como derivado de un juego de rol, AD&D en este caso, se nos ofrece una interfaz de creación de personaje, pero es bastante simplota. Por ejemplo, el alineamiento no importa gran cosa y podemos modificar las características a placer hasta hacerlas tan buenas como nos dé la gana (tampoco influyen demasiado). Cuando demos por buena a nuestra cuadrilla, nos meteremos en el primer túnel de las mugrientas alcantarillas y de inmediato nos quedaremos atrapados. Sólo queda seguir adelante.
La verdad es que guardaba mejor recuerdo de este juego, me ha defraudado lo que me he encontrado al recuperarlo con DosBox. Quizá en su época sorprendían los gráficos o esas melodías, pero como juego en sí es bastante soso. Sobre todo hay que explorar bien los niveles, en busca siempre de una escalera descendente, y los enemigos son escasos y no demasiado ingeniosos. Aparte del combate y las trampas, tendremos que tener ojo de no pasar hambre. Hay raciones distribuidas por los túneles (qué gente más maja, oye, hasta piensan en los aventureros que vendrán por aquí), pero si descansamos demasiado reponiendo heridas nos podemos quedar sin comida. Ese es un elemento típico de los crawlers que en cambio no suele aparecer en los juegos de rol, y por el contrario se pierde el concepto de carga: los personajes tienen un número fijo de slots para equipo, pesen lo que pesen, y arreando.
Un kuo-toa por las cloacas de Waterdeep. |
La intención declarada de Eye of the Beholder era acoplar el reglamento de AD&D al género de los dungeon crawlers, que era lo más exitoso en videojuegos de rol en ese momento. El problema es que esos dos conceptos no casan bien. En los juegos de rol, el éxito o fracaso de una acción viene principalmente determinado por las habilidades del personaje y el azar, mientras que los dungeon crawlers están pensados para que sea el jugador el que triunfe o fracase: si sabe resolver el puzle, si se mueve con rapidez antes de que los monstruos se giren y le golpeen, si ha mapeado bien cada nivel y descubierto los rincones secretos... En consecuencia, Eye of the Beholder es un engendro que no alcanza la excelencia en ninguno de los campos.
El hecho de que sea posible acabárselo en 10 minutos, evitando a la mayoría de los enemigos y sin preocuparse mucho de armas y niveles de experiencia, ya nos indica que algo falla. Sumemos a eso que los ladrones son casi inservibles salvo por unas pocas puertas (que de todos modos se pueden abrir de otra forma), que en la práctica los hechizos apenas se usan (cosa ya sospechosísima en un juego derivado de D&D, donde la diferencia de potencia mágica dirime cualquier combate), o que si usas armas a larga distancia te pasas el rato volviendo a recoger las flechas del suelo, y veremos que la parte de rol es fácilmente olvidable. Como crawler, sin ser malo, no supera al clásico Dungeon Master o incluso, si me apuráis, a Bloodwych, que era simple pero coherente, y como videojuego de rol, resulta muy inferior a la saga Gold Box de la propia SSI, empezando por Pool of Radiance.
En el reino de las arañas. |
Y si no estáis de acuerdo conmigo, considerad que Westwood opinaba lo mismo e insistió a SSI, que hacía de productora, en dejar de lado buena parte del reglamento de AD&D para centrarse en una mejor experiencia lúdica. Como no consiguieron convencerlos, dejaron la saga tras el siguiente juego, Eye of the Beholder II: The Legend of Darkmoon (correcto, Eye of the Beholder III no lo hicieron ellos) y se dedicaron a crear la también exitosa serie de dungeon crawlers Lands of Lore. Años después cerraron, pero eso es otra historia.
¿Dónde destaca Eye of the Beholder, entonces? Sin duda en lo que fueron los argumentos de venta en su época: gráficos y sonido. En ambos aspectos es muy superior a lo que se había visto hasta el momento, en particular para PC, y aprovecha bien la paleta de 256 colores. Cada tres niveles cambian las texturas de los túneles, y evidentemente las criaturas a las que nos enfrentamos, aunque en general no importa porque con un buen par de leches te las cargas. Y el uso de sonidos ambientales, aparte de la musiquilla, le da otro grado más de realismo. Como dungeon crawler puro, además, ofrece unos niveles razonablemente interesantes, sin ser geniales, llenos de teletransportes y portales que complican bastante la labor de cartografía.
Horrible menú de opciones. |
Mi consejo, por tanto, es que olvidéis la parte de rol y lo enfoquéis como los clásicos crawlers. Los gráficos siguen siendo buenos y aunque los movimientos de los enemigos no eran todavía muy realistas (siguen yendo "a saltos" de una casilla a otra), es algo disculpable. Por otro lado, la parte de la interfaz dedicada a salvar/cargar, descansar, magia y demás me parece particularmente fea, es como si la hubieran sacado de un viejo programa de Windows. Qué horror.
Como ya he mencionado, el éxito de este título derivó en dos continuaciones, la primera de ellas ese mismo año (lo cual resulta asombroso porque era mucho más extensa que la primera) y la final ya en 1993. Igual un día hasta las reseño, vete a saber. Mientras tanto, y si queréis darle una oportunidad al original, podéis conseguirlo en Best Old Games. En este otro enlace encontraréis una útil guía de todos los niveles.
Similitudes razonables con...
Bloodwych |
Pool of Radiance |
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