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martes, 10 de febrero de 2015

₅₇ Alone in the Dark (1992)

Tipo: Aventura, Survival Horror
Año: 1992
Estudio: Infogrames
Multijugador: No
Puntuación: 4

Alone in the Dark es un juego pionero en varios sentidos. Primero por su motor puramente 3D en el que se movía nuestro personaje (aunque había que echarle imaginación para deducir qué estabas viendo). Segundo por su concepto de juego, dominado por el misterio, con un protagonista débil y casi indefenso con el que convenía esquivar las peleas en lugar de machacar a los enemigos como venía siendo habitual (de modo que podríamos decir que inauguró el concepto de survival horror que luego se puliría en títulos como Silent Hill). Y finalmente por sus claras influencias lovecraftianas y su ambientación de los años 20 (había juegos lovecraftianos previos, pero básicamente se limitaban a avanturas conversacionales).

Anoche soñé que volvía a Derceto...

Nos encontramos en 1925 y el nombre de la misteriosa mansión donde nos quedamos encerrados es Derceto (que por si no lo sabéis era una diosa de la mitología asiria relacionada con Dagón). Hemos acudido hasta allí a investigar el misterioso suicidio de su anterior dueño, Jeremy Hartwood, y como protagonista podemos elegir entre su sobrina Emily Hartwood y el detective privado Edward Carnby, pero aparte del aspecto del personaje no hallaremos mayores diferencias entre uno y otro. Nuestra única misión es escapar de allí, pero creedme cuando os digo que no va a ser fácil.

Oh, Derceto, mansión de la locura.

El motivo es que esta mansión está repentinamente asolada por unas criaturas venidas del más allá, de zombis a fantasmas y unos bichos como pájaros que nunca he sabido qué eran. Otras como ratas o arañas son más terrenales pero no menos peligrosas, y también aparecerán algunas más propias de los Mitos de Cthulhu, como puedan ser profundos, chthonians, ángeles descarnados de la noche y vagabundos dimensionales. Nuestro acceso a armas y munición está muy limitado, por lo que cada enfrentamiento es potencialmente el último, por no mencionar la gran cantidad de situaciones en las que la muerte es directamente inevitable al tocar o leer lo que no debemos.

Por suerte, muchos de estos desafíos se pueden considerar puzles. En ocasiones es posible evitar a los monstruos (por ejemplo en la famosa escena inicial del desván) o, en el peor de los casos, enfrentarnos a ellos con armas adecuadas. En el juego hallaremos además gran cantidad de documentos que tratan de dar pistas o simplemente de arrojar luz sobre lo que está ocurriendo en la casa (aunque debo decir que yo sigo sin entender del todo la historia). Las referencias lovecraftianas son abundantes en esos textos y en menor medida en las criaturas, pero el estilo que impregna el juego no acaba de ser el adecuado, precisamente por ese carácter de rompecabezas aislados que no guardan demasiada relación entre sí ni con la trama, y me refiero a cosas como encontrarse de pronto con fantasmas de piratas, cuadros que lanzan hachas o fantasmas que bailan al son de un disco. Buen intento, pero aún falta.

Un zombi (o un gul, según dicen).

La casa en sí es tan enorme como caótica, llena de habitaciones que no vienen a cuento; es muy difícil orientarse incluso con la práctica. De pronto abres una puerta y te das cuenta de que has vuelto sin comerlo ni beberlo a un lugar que ya has visitado. Y saber lo que debes hacer en cada una de ellas sin un walkthrough se me antoja una labor de chinos.

Alone in the Dark fue revolucionario por su planteamiento y su motor 3D, pero hemos de ser sinceros respecto a sus evidentes limitaciones. Las diferentes "cámaras" (puntos de vista) de cada sala sólo sirven para confundirnos y ocultar cosas que nuestro personaje debería ver de inmediato, y hacen difícil incluso ir recto por un pasillo, no digo ya huir de un enemigo. El juego posee unos gráficos por lo general pobres (aun con excepciones) y, sobre todo, unos controles verdaderamente infames. Girarse es un suplicio, cambiar de acción un rollazo, y resulta prácticamente imposible saber dónde leche estás apuntando con un arma de fuego sin malgastar algunos preciosos cartuchos para comprobarlo. No es de extrañar que el género derivara a partir de entonces hacia las perspectivas en primera persona.

Las humedades de esta casa son cosa seria.

El éxito de este juego provocó que se convirtiera en una saga con no menos de cinco títulos hasta la fecha, aunque son paulatinamente menos revolucionarios, menos relacionados con los Mitos de Cthulhu y más orientados hacia a la acción pura y dura con ciertos elementos sobrenaturales, hasta el punto que ahora mismo no es más que otra franquicia sacacuartos sin mayor trascendencia. También llegaron a rodarse dos películas basadas remotamente en la serie, la primera dirigida por Uwe Boll en 2005 (sí, como la de Dungeon Siege) y otra de 2009 directa a video. Por lo que tengo entendido, las dos son bastante malas, cosa que no me sorprende. En fin, otra buena idea echada a perder por las ganas de amasar dinero fácil. Menos mal que nos queda Dark Corners of the Earth.

Similitudes razonables con...


Ecstatica

Fiend

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