Año: 1992
Estudio: Interplay
Multijugador: No
Puntuación: 3
Los videojuegos de Star Trek no han tenido demasiado éxito en general, y yo diría que el primero que concitó los halagos del aficionado fue esta aventura gráfica de 1992, que conseguía emular el espíritu de la serie original de los años 60. Visto desde la perspectiva actual los gráficos resultan deficientes (en particular los del combate espacial) y el interfaz engorroso, pero para la época no está nada mal.
Voy a analizar la versión original de disquetes para DOS que se puede conseguir como abandonware, ejecutada sobre emulador, pero también podéis adquirir una versión para sistemas operativos modernos en GOG y Steam.
Antes de nada debo avisar de que el juego posee dos fases muy diferenciadas, casi disociadas: la aventura gráfica propiamente dicha y las escenas de batallas contra otras naves, que aunque también se desarrollan desde el puente de mando, vienen a ser un simple simulador de tiros (salvo por algunas órdenes que podemos dar a nuestra tripulación para que mantenga la nave de una pieza).
La frase que no podía faltar. |
Cuando se hace este tipo de cosas, es importante lograr que un modo de juego no bloquee al otro, porque siempre habrá gente torpe en uno de los dos, y aquí eso no se cuidó. La fase de combate, que es minoritaria (tres o cuatro batallas obligadas en toda la historia), impide totalmente avanzar en las misiones. De hecho la última se considera prácticamente insuperable. Hay quien lo ha logrado, pero tras muchas horas de intentos en un juego que, verdaderamente, no va de eso. Aparte de la incomodidad que supone la interfaz de combate, persiguiendo con el ratón unos píxeles que van y vienen de nuestra pantalla, tampoco me imagino yo a la Enterprise enfrentándose en "dogfight" a otras naves como si fueran cazas. Eso es más del espíritu de Star Wars, no de Star Trek.
En fin, supongamos que superáis las batallas sin grandes sufrimientos y vamos a la chicha, las misiones en planetas (o lunas, otras naves o lo que toque). Son siete y comienzan siempre en la Enterprise, con el encargo de una misión por parte de la flota estelar, tras lo que pasamos a velocidad de hiperespacio y llegamos al sistema estelar en cuestión. Buscamos algo de información en el ordenador de la nave o en el cerebro de Spock y nos transportamos a la superficie.
En el puente de mando del Enterprise. |
La verdad es que en esto no tengo quejas, como ya he dicho recupera muy bien el estilo de la serie. Lo cual quiere decir, por supuesto, que los argumentos de las misiones son delirantes y que cada planeta de la galaxia parece habitado por no más de cinco o diez personas. Pero es la gracia de Star Trek, si no te dice verdaderamente este juego no es para ti.
Podría buscar fácilmente más pegas en la interfaz de comandos, bonita pero lenta y engorrosa como sólo sabían serlo en esos tiempos, tanto que uno acaba usando los atajos de teclado. Lejos aún del point & click, hay que usar la acción exacta para que nuestros personajes actúen: mirar, hablar, coger o usar, y en no pocas ocasiones nos vemos abocados al pixel hunting. Los puzles son liosos, a menudo ni sabes por dónde tirar, y algo tan tonto como salir de una habitación por error y volver a entrar desencadena una acción que nos puede impedir terminar la misión o, al menos, hacerlo con una buena puntuación.
De misión. Como veis, en el siglo XXIII la gente sigue pasando de todo para mirar sus móviles. |
Para las misiones siempre va el capitán Kirk, que es el personaje que controlamos directamente con el ratón, Spock, el doctor McCoy (no paran de picarse entre los dos, como debe ser) y un ejemplar de carne de cañón, también llamados "redshirts", que como ya sabéis sirven para morir en lugar de cualquier personaje importante si la cagamos. Parte de la gracia es completar cada misión sin que se carguen a nuestro alférez (no es demasiado difícil). Por su parte, el doctor y el vulcaniano poseen sus propias capacidades y son fundamentales para superar los desafíos (en particular, como imaginaréis, Spock). No obstante, es una lástima que no podamos llevarnos a otros personajes como Uhura o Scotty, que sí intervienen ocasionalmente pero sólo de forma indirecta, mediante mensajes u órdenes.
En la parte de aventura gráfica los gráficos son decentes y coloridos, aunque muy pixelados. Digamos que cumplen con el estilo de los capítulos de los años 60. En cambio en la panorámica espacial, tanto de naves como de planetas, el aspecto es muy cutre. Intentaban mover objetos en tres dimensiones y claro, fatal.
Dado el éxito del juego, salió una versión en CD con las voces del reparto en los diálogos y una versión extendida de la última misión, que en los floppies era bastante breve. Y apenas un año después de que apareciera este 25th Anniversary vio la luz su segunda parte, con un motor prácticamente idéntico y ocho nuevas misiones: Star Trek: Judgment Rites.
Similitudes razonables con...
Star Trek: Judgment Rites |
Indiana Jones and the Last Crusade | Dreamweb |
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