Año: 1994
Estudio: Maxis
Multijugador: No
Puntuación: 4
Los juegos que había publicado Maxis tras el gran éxito que supuso en 1989 SimCity, como por ejemplo SimEarth o SimAnt, habían concitado la alabanza de la crítica especializada pero no alcanzaron el nivel de ventas esperado. Y sin embargo, SimCity seguía siendo tan popular como el primer día. La opción más lógica antes de tener que chapar la empresa era preparar una secuela que aprovechara el filón, y por eso en 1994 apareció SimCity 2000. Imagino que lo llamaron "2000" en lugar de "2" porque por esas fechas todo lo dosmilenario sonaba molón. Qué ingenuos éramos.
Este nuevo título trabajaba más el concepto del original, que había sido revolucionario pero también muy simplista, empezando por el aspecto gráfico. Adiós a esa confusa vista cenital, se pasó a una perspectiva isométrica agradable a la vista y rotable en tramos de 90º, en un territorio con diferencias de altura. De igual modo tuvimos mucho más control sobre presupuestos y finanzas, y nuevos edificios que colocar para satisfacer las necesidades de los ciudadanos: hospitales, escuelas, transporte público, etc., que antes aparecían por sí solos en las zonas residenciales. Y como gran novedad, una capa subterránea para suministro de agua y las líneas de metro.
Un avión toma tierra en el nuevo aeropuerto. |
No le veo mucho sentido a empezar a enumerar diferencias respecto al SimCity original, digamos simplemente que es una evolución más que notable que da mucha más libertad al jugador. De hecho muchos aficionados consideran esta versión la más interesante de toda la saga, siendo el otro grupo mayoritario el que otorga ese galardón a SimCity 4 (2003). Un aspecto destacado, que alarga la vida útil del juego, es la aparición de nuevas instalaciones conforme avanzan los años (aerogeneradores, centrales nucleares, autopistas, instalaciones militares, etc.) que nos permiten modernizar la ciudad y aprovechar mejor el espacio (de forma similar a lo que por esas mismas fechas ofrecía Transport Tycoon). También destaca la interconexión con otras ciudades limítrofes por los bordes del mapa, aun estando esta opción poco explotada, así como la posibilidad de definir zonas portuarias y aeroportuarias en lugar de poner directamente la instalación correspondiente (aunque en el segundo caso no acaba de funcionar: o defines el espacio adecuado para el aeropuerto o ahí no aparece nada).
El único punto oscuro que le veo a Simcity 2000 está en la tercera dimensión. Las alturas del terreno son muy incómodas, ya que no se puede construir nada en pendiente, y su efecto es el de aislar zonas y entorpecer el crecimiento de la ciudad. El editor de escenarios permite aplanar el mapa, que es lo que suele hacer la gente antes de empezar a jugar, pero no deja de ser algo bastante desaprovechado. Del mismo modo, toda la parte "bajo tierra" tampoco tiene gran utilidad. Proveer de agua a la ciudad es caro y aburrido, y lo que es peor, no afecta en absoluto a su crecimiento (sólo al valor del terreno y por ende los impuestos). En esa misma capa es donde va el metro, y tampoco es nada muy impresionante ni imprescindible. Se supone que reduce tráfico pero visualmente es aburrido, apenas un tubo verde gordo y bastante caro que empieza en un sitio y llega hasta otro. Adentrarse en el subuselo supuso un importante avance, sin duda, pero aún faltaba bastante trabajo.
Como ya sabéis, niños, despuésde un oportuno incendio toca recalificar. |
Los famosos desastres del juego original siguen presentes y ampliados, aunque por mi experiencia son bastante más "desastrosos" que antes, valga la redundancia. Ahora un incendio de verdad no se apaga ni con un gran número de dotaciones de bomberos. Por cierto, novedad: ahora somos nosotros los que debemos mover a la policía y los bomberos cuando son necesarios sus servicios. Otra cosa que no me acaba de convencer.
Por otro lado, ahora es más sencillo que nuestra ciudad crezca y prospere. Si hay zonas libres de los tres tipos (industrial, residencial y comercial) y energía eléctrica para alimentarlas, acabarán edificándose y poblándose. El riesgo, como siempre, está en dejarse llevar y gastar demasiado dinero cada año. Aquí, la paciencia será nuestra aliada: no debemos construir nada si la gente no lo demanda y, sobre todo, si no hemos recaudado todavía el dinero necesario. Si tenemos dudas, en general podemos fiarnos de los consejos de nuestros asesores municipales. Esto no le quita la gracia al juego, porque con la aparición de nueva tecnología se nos ofrece un incentivo para continuar e incluso, con el surgimiento de las arcologías en el siglo XXI, podremos soñar con una emigración a otros planetas (en serio).
En definitiva, un pequeño clásico no tan innovador como lo fue en su momento SimCity, pero que supo ampliar las opciones y mejorar su presentación sin renunciar a lo que le había hecho especial. Y salvó el culo a Maxis un par de años más, hasta que entró en quiebra de todas formas y Electronic Arts se hizo con él, pero eso es otra historia.
Similitudes razonables con...
SimCity |
Transport Tycoon Deluxe |
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