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viernes, 2 de octubre de 2015

₇₆ TMNT (2007)

Tipo: 3D Shooter
Año: 2007
Estudio: Ubisoft Montreal
Multijugador: No
Puntuación: 3

Este juego de las tortugas ninja apareció prácticamente a la vez que la película de 2007 y parece que más o menos mantiene el mismo argumento, aunque aquí se presenta como si las tortugas y el maestro Splinter lo estuvieran rememorando desde un momento posterior. El estilo es de clásico shooter 3D con desafíos acrobáticos: saltar, colgar de las cornisas, caminar por las paredes... (de hecho, recuerda bastante a Prince of Persia: Sands of Time, aunque en versión sencilla y visualmente menos espectacular).

A diferencia de los anteriorres videojuegos de las tortugas, que eran de Konami, este lo desarrolló Ubisoft a través de uno de sus estudios, Ubisoft Montreal (precisamente el mismo que había creado Sands of Time y luego otros juegos de la serie de Prince of Persia). Salvo momentos puntuales no es difícil de superar y parece apropiado para jóvenes jugadores.

Debo admitir de entrada que no he visto la película en la que se basa este juego, e incluso jugando todos los niveles no me ha quedado muy claro lo que está pasando. Por la sinopsis del film, parece que los desarrolladores han eliminado la presencia de April O'Neal y Casey Jones, y en líneas generales han simplificado la trama. Al final viene a ser lo de siempre, hay unos monstruos sueltos y los del clan del pie están tramando algo.

Saltando sobre los globos de la feria de cómics.

Los primeros niveles se centran en lo que hacía cada tortuga antes de reunirse de nuevo: Leo estaba buscando algo en Sudamérica a petición de Splinter, Raphael iba de justiciero por la ciudad con una especie de armadura (tomando el papel de Nightwatcher), Michelangelo se disfrazaba de humano disfrazado de tortuga y actuaba en fiestas infantiles (sí, Cowabunga Carl es lo mejor del juego con esa falsa cabezota de tortuga y los anuncios que hay por toda la ciudad) y Donatello trabajaba en un servicio telefónico de atención informática y birlaba componentes electrónicos. Cada personaje tiene su misión inicial, y hasta ahí la cosa está bastante clara. Luego se reúnen pero hay algunos flashbacks, aparecen monstruos y secuaces del Clan (dirigidos por Karai, ya que Shredder quedó fuera de juego en la peli anterior y sólo tiene un pequeño cameo), y detrás de todo está un multimillonario que vive en una torre grande que por lo visto hay que recorrerse de un extremo a otro.

Donnie peleando sobre un tren.

Algunos niveles son individuales y en otros podemos cambiar de una tortuga a otra con pulsar una tecla, pero siempre hay una sola presente a la vez (salvo momentos puntuales en que aparece otra para ayudarte a saltar más lejos). Cada una, obviamente, posee su estilo de combate, sus armas propias y un poder especial. El mejor es el de Mickey, unos nunchakus aerodinámicos que le permiten prolongar bastante la distancia de salto. Donnie puede usar el palo bo como pértiga para saltar con techos bajos, Raph puede trepar algunas (muy pocas) paredes clavando sus sais, y Leo atraviesa místicamente ciertas rejas. Como digo, me quedo con los nunchakus voladores y, para pelear, con el enorme alcance del palo bo de Donnatello. No obstante, el juego incentiva el cambio de un personaje a otro y su colaboración mutua, mejorando nuestra puntuación final de nivel si lo hacemos.

El Nightwatcher vigila la ciudad...

Pues sí, recibimos una nota al terminar cada nivel (que supongo que nos pone Splinter), y si es buena accedemos a contenidos secretos. Para eso tendremos que llegar al final rápido, sin recibir muchos golpes en combate y haciendo que las tortugas colaboren (y, de paso, consiguiendo monedas para comprar más extras). Imagino que decidieron implementar algo así porque superar cada nivel en sí, aunque sea con mala nota, no es complicado. Hay bastantes puntos de control y se trata básicamente de ir brincando todo el rato, además de dar leches en ciertos momentos a una larga serie de enemigos que tardan bastante en atacarnos y hacen poco daño, y si perdemos la salud podemos recuperarnos en unos segundos de descanso. La mayor dificultad viene dada por la puñetera cámara: es imposible controlarla y por lo tanto a menudo saltamos en ángulos complicados para el teclado (por no mencionar el siempre molesto keyboard ghosting que suele producirse en esos casos), o simplemente la perspectiva es engañosa y nos despeñamos.

A Leo le encanta el barrio chino.

Haré un pequeño inciso para los final bosses, que me han parecido poco inspirados; simplemente tienen poderes muy superiores a los nuestros, pero no suponen un verdadero desafío sino sólo una lucha larga y pesada. Y en el último nivel vuelven a presentarse los cuatro seguidos, qué pelmazos. Armaos de paciencia.

En cuanto a los niveles en sí, salvo los de Leo en la selva sudamericana, los demás son muy repetitivos. ¿Cuántos tejados de Manhattan puedes patearte antes de encontrarlos aburridos? La libertad de movimientos es de igual forma limitadísima; a veces hay un trayecto alternativo, pero muy breve. El juego no te deja ni volver sobre tus pasos ni alejarte de la ruta marcada: para impedírtelo aparecen paredes invisibles... ¡sobre las que se pueden aplicar los mismos trucos que en las normales! Esto de caminar por una pared que no está ahí es rarou, rarou. Para aliviar el tedio a veces escuchamos a las tortugas charlar entre ellas y soltar frases graciosas, pero no me parece que sea suficiente.

En definitiva un beat 'em up simpático, sobre todo si te gustan las tortugas ninja, aunque en ese caso te parecerá una lástima que no aparezca prácticamente ninguno de los compañeros y enemigos habituales de esta inverosímil escuadrilla quelonia. Dificultad asequible, pocas virguerías gráficas o de otro tipo y una trama mayormente olvidable.

Similitudes razonables con...


The Incredibles

Ghostbusters: The Video Game

Monster Madness: Battle for Suburbia

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