Escarbajuegos: ₈₁ Cars (2006)

Tipo: Carreras
Año: 2006
Estudio: Rainbow Studios
Multijugador: ¿Sí?
Puntuación: 4

Prácticamente a la vez que la exitosa película de Pixar salía a la luz su correspondiente videojuego, desarrollado por una división de la extinta THQ. Pero por una vez, el juego no pretendía ofrecer la misma experiencia de la película, sino que actuaba como una especie de secuela, y la trama se emplazaba unos meses después, con Rayo McQueen ya se instalado en la pequeña población de Radiador Springs y usándola como base de operaciones para tratar de ganar la copa Pistón.

En su versión original, el juego contaba con las voces del reparto de la película, mientras que en la versión en castellano hay varios cambios, pero nada terrible. Por lo demás, el respeto al estilo original del filme es considerable, dejando de lado que en este pueblo se organizan carreras por cualquier chorrada, deben de formarse unos atascos considerables.

Carreras ovales al estilo NASCAR.

Aparte de resultar un juego adecuado para niños (para niños que sepan manejar bien el teclado, claro), la principal característica de Cars es la libertad que ofrece para deambular por el amplio territorio de Radiador Springs y sus alrededores. En determinadas zonas podemos aceptar diversas misiones y competiciones para ir avanzando en la especie de trama simplona del juego, pero es casi todo opcional. Lo mismo puedes participar que ir dando un tranquilo paseo por el desierto o las montañas saludando a las personas (perdón, coches) con los que te cruces. Evidentemente no hay control de daños, los vehículos no pueden sufrir heridas (esto es un videojuego infantil, señores), pero sí que se meten unos topetazos considerables. En su conjunto, me parece un enfoque muy acertado tanto para hacerse con los mandos sin presiones como para relajarse sin el estrés continuo de la competición

Por supuesto, también tenemos carreras en el propio pueblo, en circuitos diferenciados entre sí de los que desaparece el tráfico rodado y que están acotados por vallas y accidentes del terreno para evitar trampas. Nuestro coche suele ser Rayo, pero también nos puede tocar manejar a Sally, Mate y demás, y competimos a una o más vueltas contra una serie de oponentes sacados de la película y otros nuevos que, francamente, no sé muy bien de dónde han salido. Estas carreras son más dificilillas de lo que os podríais pensar a primera vista, pero como siempre podemos repetirlas sin penalización alguna, al final cualquiera puede superarlas. Conforme avanvemos nuestro coche irá incorporando nuevas "habilidades" como el turbo o el superderrape, que las hacen más interesantes.

Por las calles de Radiador Springs.

Existen otras misiones menos estándar, como puede ser ir a asustar tractores con Mate, tomar el papel de los malos para ir robando cosas a Mack (el camión en el que viaja Rayo) en una atestada autopista, atrapar a esos mismos pillos con el sheriff, superar los desafíos del circuito de entrenamiento off-road de Sarge, etc. No es que sean muchas, y alguna como la de Luigi se pueden calificar entre aburridas y cansinas, pero en conjunto puntúan alto y aportan una buena variedad para alejarse de lo que vendría a ser un juego de carreras al uso.

Otras competiciones importantes, a las que accederemos hablando con Mack, son las de la copa Pistón. Se celebran fuera del pueblo, en los tradicionales circuitos ovales de la NASCAR. Estas carreras son como sus contrapartidas del mundo real: aburridas. Todo se reduce a tomar con cuidado las curvas y no tocarse con nadie, en ambos casos para no perder velocidad, y sólo destacan los gráficos del estadio. Aquí no disponemos de turbo y la única gracia añadida es que podemos entrar en boxes para que Guido nos cambie las ruedas tan rápido como sea posible. Visualmente las carreras están bien resueltas, pero si no fuera porque hay que ganarlas para superar fases yo pasaría bastante de ellas.

Carreras por los alrededores del pueblo.

Una vez alcanzado el "final" del juego, tras enfrentarnos repetidamente al tramposo de Chick, la rejugabilidad se limita a cambiar de personaje o redecorarlo. Puede tener gracia un tiempo (en particular con los "monster-trucks"), pero no motiva demasiado. En general se nota que Cars está hecho para que los peques de la casa pasen el rato y aprendan a manejarse en videojuegos de carreras (por ejemplo, salirse de la pista se corrige por sí mismo y no perdemos nada de tiempo, al contrario), un enfoque que no tiene nada de malo, pero puede saber a poco para el jugador más avezado.

Nota: Debo señalar antes de cerrar esta reseña que he sido incapaz de usar la opción multijugador de Cars, no sé si está limitado a tener mandos o qué, pero no hay modo de activarla.

Nota 2: Por motivos técnicos no he podido subir mis propias capturas de pantalla del juego.