Escarbajuegos: ₈₈ Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio (2011)

Tipo: Aventura
Año: 2011
Estudio: Ubisoft Montreal
Multijugador: En parte
Puntuación: 3

Este es, como habréis adivinado ya, el videojuego correspondiente a la película homónima de 2011 dirigida por Spielberg (que no obtuvo demasiado éxito, dicho sea de paso), basada a su vez en los cómics de Tintín creados por Hergé. Visualmente el juego es muy similar a la película, ya que esta poseía una curiosa estética 3D con actores renderizados y colores saturados muy peculiar que ya parecía sacada de un videojuego.

En cuanto al juego en sí, es principalmente un scroller en 2.5D (o sea, en 2D con efectos de profundidad) y algo de plataformas, con algunos niveles de transición en 3D, y se aparta bastante de la trama de la película (pero como esta tampoco seguía demasiado fielmente la historia de los álbumes de Tintín, tendremos que perdonárselo).

Los gráficos son su punto fuerte.

Del desarrollo se encargó el estudio Ubisoft Montpellier, por lo que resulta lógico que en algunos aspectos recuerde a la maravilla que fue Valiant Hearts (o más bien Valiant Hearts se parece a este, ya que el juego de Tintín es anterior), como en la mecánica para arrojar objetos o el propio diseño de los niveles. Por desgracia también usa el maligno Uplay (una aplicación residente al estilo de Steam, pero mucho más incómoda), para la que necesitaréis haceros una cuenta. Una imposición más de Ubisoft a sus sufridos clientes. Luego dicen que si se piratea.

Como decía en la intro, el grueso del juego lo conforman los niveles de scroller/plataformas, donde manejamos a Tintín y en ocasiones a Milú, y que se desarrollan en varios entornos tomados de la película (el castillo de Moulinsart, el barco Karaboudjan, el palacio del jeque, etc.), agrandados enormemente. Vaya, que el Titánic era más pequeño que ese barco. Eso es porque la dificultad es muy baja, apenas hay puzles dignos de tal nombre, el tema de saltos y plataformas da mucho margen de error, y casi todos los enemigos son muy fáciles de vencer, ya sea a puñetazos o arrojándoles objetos que se "respawnean" todo el tiempo (y encima bailan solos para que te fijes en ellos), por lo que para alcanzar una duración digna los niveles son larguísimos.

En la isla.

Todo esto se debe a que el juego está destinado principalmente a un público infantil. Buena prueba de ello es que las "muertes" no son tales, sino que los enemigos se quedan inconscientes viendo las estrellitas, y cuando es Tintín el que pierde sus tres vidas (muy fáciles de recuperar, por cierto) ocurre algo similar: se nos presenta una escena con una animación 3D en la que le vemos medio ido por el golpe (aunque estemos bajo el agua). Por el mismo motivo, los puntos de control están muy próximos entre sí y se indica claramente en cada pantalla cuáles son los objetivos y los elementos importantes con los que interactuar. Si acaso, la única dificultad estriba en alcanzar todos los tesoros ocultos de cada nivel (y tampoco es que sea complicado a poco atento que vayas).

Un nivel con el avión.

En cuanto a los niveles de transición, los hay de varios tipos: a pie, pilotando un avión, conduciendo una moto con sidecar y cosas así, tomados también de la película pero considerablemente ampliados y exagerados. En algunos le toca a Milú olfatear rastros hasta llegar a su destino, y diría que son los más originales (aunque un poco aburridos). En el resto encontramos enemigos y escollos naturales, pero igualmente no son nada difíciles de superar. Si acaso los de vuelo son más liosos por la necesidad de pilotar y disparar a la vez, pero nada que no se pueda lograr tras unos minutos de práctica. Los gráficos cumplen igualmente, aunque no son tan "bonitos" como en los niveles bidimensionales. En general, estos niveles no acaban de convencerme pero suponen un agradable cambio de ritmo respecto a los "principales".

Modo cooperativo

Haddock en sus propios sueños.

Es posible jugar dos personas a la vez a Las aventuras de Tintín (compartiendo teclado), pero curiosamente no en los niveles normales. Después de completar la aventura normal, se supone que el capitán Haddock recibe en el castillo de Moulinsart un fuerte golpe en la cabeza y a raíz del trauma sufre alucinaciones. Nos vemos arrastrados a sus sueños con la esperanza de "superarlos". Sí, no tiene mucho sentido pero vale. En estos niveles empezamos llevando a Tintín y Haddock, pero con dedicación podemos adquirir otros como la Castafiore o Hernández y Fernández. Cada uno tiene capacidades únicas, como la fuerza de Haddock, el canto de la Castafiore, etc. El problema es que los decorados son muy surrealistas, tanto que no sabes si estás avanzando o no, y al cabo de un rato te planteas qué más da y lo dejas. Se agradece la opción de dos jugadores, claro que sí, pero tal como está no resulta suficientemente estimulante, ¿hubiese costado mucho ofrecer una pequeña aventura "normal"?

En conclusión, un juego que no pasará a la historia, ni por bueno ni por malo. Gráficos cuidados, adecuado para jóvenes jugadores, y poca sustancia. Escaso bagaje para lo que podían haber dado de sí las historias de Tintín.