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viernes, 14 de diciembre de 2018

₁₇₃ Crowntakers (2014)

Tipo: Estrategia por turnos
Año: 2014
Estudio: Bulwark Studios
En español:
Multijugador: No
Puntuación: 4

Crowntakers es un videojuego muy curioso en el que encarnas al hijo bastardo del rey, quien ha sido encarcelado por orden del malvado duque de Esire. Por suerte el monarca puede comunicarse telepáticamente con los de su sangre y te ordena que vayas a rescatarle antes de que el duque lo mande ejecutar. Así que te pones en marcha y durante tu camino irás contratando mercenarios que te ayuden en tus batallas contra las fuerzas enemigas.

Uno de los cometidos de Escarbajuegos es traer juegos diferentes a lo habitual, así que voy a tratar de explicar bien cómo funciona Crowntakers porque lo merece. Por las capturas podéis pensar que se trata de estrategia por turnos sencilla al estilo del recientemente reseñado Braveland, y aunque sí que comparten ciertas características, Crowntakers es mucho más complejo, en el buen sentido de la palabra.

El paso final del último nivel.

Empezando por lo básico, hay que superar siete niveles (que son zonas rurales o urbanas definidas mediante una plantilla hexagonal) hasta llegar al castillo del conde y vencerlo (puede ser antes de que maten al rey o después, el final cambia pero no es demasiado relevante). La estética es sencilla pero agradable a la vista, muy de cuento medieval y razonablemente variada. Ahora bien, esos niveles se crean de forma aleatoria. Normalmente hay siempre un herrero (para mejorar armas y armaduras) y una posada (para contratar mercenarios, comprar provisiones y descansar), y también enfrentamientos contra bestias salvajes o soldados y muchas casas, ruinas y cuevas que explorar. Podemos vagar cuanto queramos por ellos, pero cuanto más tardemos más poderosos serán nuestros enemigos (aquí hay debates sobre si merece la pena explorarlo todo o es mejor avanzar rápido, depende de vuestro estilo de juego).

Luchando contra unos lobitos.

Esta aleatoriedad en las etapas implica que algunas partidas pueden ser relativamente sencillas, si de buenas a primeras conseguimos buena equipación y mercenarios capaces, y otras muy jodidas y que palmemos al poco de empezar. Es posible resucitar a los mercenarios con ciertos pergaminos, pero en el momento en que muera nuestro personaje (el bastardo real), se acabó la partida. Ahora bien, si jugamos en modo fácil (cosa que recomiendo encarecidamente) esta muerte no será en vano porque se mantiene para la siguiente el nivel de experiencia tanto del protagonista como de los mercenarios. Seguirás teniendo que mejorar armas y armaduras, pero cierta ventaja ya te da. Así que no os desesperéis si os matan a las primeras de cambio, la cosa irá siendo más fácil (un poco como pasaba en Guards o Sunless Sea).

Combate en la plaza contra soldados.

El combate sí que es bastante tradicional dentro del género de la estrategia por turnos. También se desarrolla sobre hexágonos pero incorpora suficientes refinamientos como para tener su miga. Por ejemplo, aquí sí que existen los ataques de oportunidad y los apuñalamientos por la espalda, de modo que tener un mercenario rodeado de enemigos es señal casi segura de que va a palmar (porque cuando ataque a uno, los otros aprovecharán para atacarlo a su vez). También es capital el uso de pociones que proporcionan mejoras esenciales, desde curarse en el campo de batalla a recuperar puntos de acción, mejorar la armadura y demás. No las paséis por alto. Además, cada personaje posee un par de habilidades propias, una siempre activa y otra como acción especial, que pueden marcar la diferencia: empujar a un oponente, realizar un ataque infalible, disparar contra varios objetivos... Vaya, que hay unas consideraciones estragégicas sencillas pero no triviales, cosa que se agradece.

Hoja de personaje en inventario.

Todo esto ya estaría bien, pero además Crowntakers añade cierto componente que me atrevería a llamar de rol. Primero porque los personajes ganan experiencia, suben de nivel y eliges qué características mejoran (fuerza, salud, golpe crítico, esquiva), y por supuesto puedes darles mejor equipo y añadir poderosas runas. Pero sobre todo por las pequeñas historias que jalonan los niveles cada vez que exploramos una localización. ¿Tratamos de engañar a los soldados para que nos dejen pasar? ¿Curas al hombre enfermo que encuentras en la cabaña, o le robas impunemente? ¿Te quedas en la casa a pesar de los terribles gemidos que parecen provenir de las paredes? Son por lo general factores menores dentro de la aventura, pero le dan un saborcillo especial y pueden acabar siendo importantes si tienes suerte.

Descansando junto a la hoguera.

Por descontado, esa última palabra es clave: "suerte". Sobre todo si juegas en modo normal y la permadeath no conlleva ninguna compensación, la diferencia de tener fortuna a no tenerla puede ser fundamental. Si la posada pilla demasiado lejos y no hay modo de evitar varios enfrentamientos contra los soldados o los puñeteros ladrones, por ejemplo, la cosa puede ponerse muy cuesta arriba. En ese sentido creo que la idea de incorporar un factor aleatorio está bien, porque hace que sea rejugable para probar otros mercenarios y estrategias en un entorno variado, pero podía haberse cuidado más el equilibrio de cada partida. Con todo, me ha parecido un juego muy entretenido, emocionante y simpático, que no es poco. Si os gustan las cosas de este estilo, creo que sería un buen añadido a vuestra ludoteca.

La hospitalaria necrópolis.

Existe además una pequeña ampliación llamada Undead Undertakings, que añade una nueva mercenaria para luchar a nuestro lado y objetos personales para los demás, así como misiones personales para cada uno. Pero sobre todo incorpora un nuevo nivel, la necrópolis, que permite "saltarse" un nivel estándar, por así decirlo (dejo a vuestro criterio si merece la pena o no). De hecho durante el juego normal (aunque no tengáis este DLC) veréis una especie de portal arcano: es el acceso a la Necrópolis. No es una ampliación imprescindible pero proporciona algo más de vida útil al juego base, que ya de por sí tiene bastantes huevos de pascua. Como veréis el final queda bastante abierto, tanto si llegáis al castillo en menos de 18 días como si no, pero por ahora no tiene pinta de que vaya a salir un Crowntakers 2. Lástima.

Similitudes razonables con...


Antihero

Braveland

4 comentarios:

tomasofen dijo...

Pues me ha fastidiado usted todo el sábado con este vicio de juego. Al principio resulta un poco raro: No tiene el clásico tutorial "jugable" sino un menú de ayuda por temas (un poco a la antigua) y los hexágonos del mapa principal son decorativos porque la navegación es "por nodos" entre caminos de longitud variable.

Las mini historias y la aleatoriedad le dan un toque chulo, con artefactos que vas conociendo a medida que vas jugando partidas.

Yo juego en modo "normal", y se hace chungo pasar de ciertos niveles, seguramente porque me lío a explorar tal como comentas, pero es lo que me gusta.

Yo me lo compré para la tablet, y es un buen juego para estar tirado en el sofá vagueando todo el fin de semana con las pelis chungas de por la tarde como sonido de fondo.

Entropía dijo...

Sí, no lo mencioné pero el avance por "hexágonos funcionales" es sorprendente y cuesta un poco adaptarse a él, aunque luego se hace natural.

El tema de explorar o no depende de cada uno, también varía en función de la suerte que tengas en la creación del nivel, es un juego donde el RNG manda mucho. Eso y el permadeath son los peores fallos que le veo.

Espero que no pierda usted demasiado tiempo.

Saludos,
Entro

tomasofen dijo...

Muy rejugable, con el pique de ir desbloqueando nuevos personajes.

Juego en modo "normal" y ahora ya casi siempre gano (dejando morir al bueno del rey, eso si).

Zoe la del boomerang es la caña, y unida al paladin de nivel 2 (daño igual a su salud) y al arquero de nivel 2 (ataque de 3 disparos) hacen mi equipazo titular siempre que pueda.

Sigo desbloqueando y cumpliendo logros. Cometiempos importante.
>.<

Entropía dijo...

Me alegra que le esté sacando usted tanto partido, caballero. Reconozco que a mí es raro que un juego me atrape más de dos o tres semanas, soy un inconstante.

Saludos,
Entro