Escarbajuegos: ₂₄₉ Rise of Industry (2019)

Tipo: Comercio y transporte
Año: 2019
Estudio: Dapper Penguin Studios
En español: Sí
Multijugador: No
Puntuación: 3

Rise of Industry sigue la estela de clásicos juegos de produccion, transporte y venta de productos, como puedan ser el mítico Transport Tycoon, su sucesor OpenTTD o el menos famoso Industry Giant II. La idea común a todos ellos (aunque unos se centren más en el transporte y otros en la producción) es crear productos que podamos transportar eficientemente hasta un mercado donde se paguen bien, y reinvertir los beneficios en ampliar o mejorar nuestra red productiva, siempre en competencia con nuestros rivales.

Visualmente, RoI destaca por un aspecto muy "cuco", con gráficos low-poly que se alejan del detallismo de otros títulos y que, sumados a una estética digamos de principios del siglo XX (sobre todo en los vehículos, los edificios tienen pinta más moderna) hace que parezca un juego más "casual" que otros similares, algo que podremos jugar a nuestro aire sin demasiadas preocupaciones.

Esta suposición, sin embargo, pronto se demuestra errónea. Ya de buenas a primeras, el complejo tutorial nos adentra en un denso sistema de instalaciones: recolectores, fábricas, almacenes, estaciones... Cada uno de ellos con varios niveles de personalización y también con algunas incoherencias (por ejemplo, cada estación de materia prima tiene subestaciones recolectoras que deben conectarse por carretera a la principal, pero en cambio los campos de cultivo pueden estar alejados y desconectados de su granja, sin motivo aparente).

Un rasgo del que vamos tomando conciencia es que aquí, como ocurría también en otros de los juegos mencionados, el transporte es importante pero de modo indirecto, ya que no compramos ni gestionamos los camiones, trenes, barcos y demás, sino sólo los puntos de partida y las rutas que hacen. Por ejemplo, si tenemos una serrería que vende en una ciudad, hay que unirlas por carretera (en un primer momento, luego disponemos de otras alternativas), indicar ese destino, y todos los camiones necesarios aparecerán por arte de magia, llevarán la madera y regresarán (puede que provocando atascos) para desaparecer hasta que haya otra remesa que trasladar.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que nosotros nos encargamos de la creación de productos, ya sean materias primas (agua, madera, mineral...) o procesados (alimentos, juguetes, coches...), que por cierto son mucho más rentables, pero si no tenemos dónde venderlos, mal vamos. Hay unas pocas ciudades dispersas por el mapa (y a las que hay que pagar para poder hacer negocios allí, menudos explotadores) con sus propios intereses y capacidad de absorción de productos, pero nada más. Y si de repente ya no quieren madera, por ejemplo, pues no hay nada que hacer. O buscamos otra ciudad (más lejana y por tanto menos rentable) que lo acepte, o vendemos al estado (casi siempre a pérdidas), o desmantelamos la cadena de producción para recuperar parte de la inversión. El éxito nunca está garantizado.

Añadamos a esto una caracteristica poco habitual en estos juegos (que yo sepa, al menos) como es el árbol de tecnología (que sí puede ser común en videojuegos de estrategia). No puedes poner una granja de cereales nada más empezar, primero tienes que investigar los cereales. O las vacas (que ya me dirás tú, deben de hacerlas por ingeniería genética o algo). O cómo hacer muebles (eso puede tener más sentido), lo que se llevará más dinero y tiempo de nuestros ya de por sí escasos recursos.

Debido a todo esto, en Rise of Industry el planteamiento inicial de nuestra empresa debe ser muy conservador, invirtiendo lo mínimo posible y dejando que pase el tiempo (hay varias velocidades disponibles) hasta que recojamos los suficientes beneficios como para pasar a la siguiente fase. Merece más la pena optimizar una pequeña cadena de producción ya en marcha, que embarcarse en nuevas aventuras. Por tanto, ceder a la tentación de cubrir muchas rutas de negocio, gastando para ello un dineral (que es lo que suele hacer un jugador novato), sólo nos conducirá a una prematura quiebra. Y nadie nos va a rescatar (podemos pedir un crédito, pero teniendo en cuenta que nuestros fondos iniciales ya son a crédito, es ahondar el pozo).

Se nota que la gente de Dapper Penguin, que por cierto es española, ha dedicado un montón de esfuerzo y cariño al juego. Los gráficos, el interfaz minimalista, las innumerables opciones disponibles, la creación personalizada de escenarios... Hay muchas cosas que disfrutar aquí. Pero creo que falta algo que destaque y atraiga a los jugadores que no son ya de entrada grandes fans de este género, algo que les empuje a seguir jugando sin necesidad de embarcarse en una labor de pesado y denso micromanagement para lograr amasar unos pocos euros más a final de año.

El juego se vendió bastante mal, por lo que contaron sus creadores, que en consecuencia tuvieron que malvender los derechos para poder acabar de pagar a los colaboradores, y es una auténtica pena. La base de juego es muy sólida, la visualización excelente (tanto estética como funcionalmente), pero ya no habrá ampliaciones ni mejoras (bueno, hay un DLC, 2130, que aplica un look futurista casi postapocalíptico y nuevas cadenas de producción), con lo que esa falta de "miga", la única pega que se le puede echar en cara a este título indie, va a seguir presente.

Aun así, si ya os atrae el género de juegos de producción y comercio, aunque sean un poco sosos, Rise of Industry es una apuesta segura a la que dedicar muchas horas hasta poder darlo por dominado.