Año: 2015
Estudio: ColePowered Games
En español: Sí
Multijugador: Sí
Puntuación: 3
En Concrete Jungle tenemos una retícula de seis filas por siete columnas (mirad las capturas para haceros una idea), y el objetivo es ir rellenando este barrio con nuevos edificios que aporten a su respectiva columna (o a otras cercanas) los beneficios exigidos. Las columnas van desapareciendo por la izquierda cuando alcanzamos dicho objetivo, de modo que aparecen nuevas columnas a la derecha hasta alcanzar la meta de cada nivel.
El juego en acción. |
He explicado de antemano la mecánica por que sé que Concrete Jungle parece un juego de gestión urbana a lo SimCity, pero no lo es. En realidad todo el tema de la ciudad es meramente abstracto y se trata de manejar un mazo de "edificios" para ir completando las columnas y que nos den puntos, de modo puramente matemático. Como prueba de lo que digo, el efecto de cada edificio sobre las puntuaciones no suele tener sentido; ¿por qué la comisaría de policía beneficia la hilera de construcciones que tiene delante, pero no la que tiene justo al lado? ¿O qué lógica tiene que el supermercado beneficie a las tres casillas de delante y perjudique a las tres posteriores, mientras el restaurante hace justo lo contrario? Y así todo. La verdad es que recuerda mucho a títulos "pseudourbanos" como Romopolis y sus hermanos, pero incluso aquellos tenían más "lógica urbana" que esto. Pensad en un tetris con edificios y os acercaréis más a la idea de fondo.
Construyendo el mazo. |
Por supuesto que esto no tiene nada de malo, pero hay que tenerlo muy en cuenta antes de dedicarle nuestro valioso tiempo para no llamarse a engaño. En realidad Concrete Jungle es sucesor de MegaCity, un juego indie gratuito de 2011 que se basaba en una idea muy similar pero con perspectiva cenital y menos variedad en las cartas. Y quizá en eso hacía bien, porque la amplitud de opciones y habilidades para nuestro mazo resulta excesiva. Me explico: de forma similar a lo que ocurría con otro juego de mazos como es Monster Slayers), hay tantas posibilidades de mejoras, cartas y personajes que cuando perdemos no sabemos si es porque jugamos mal o porque hay alguna opción que deberíamos estar usando y no nos hemos fijado. Y eso siempre es muy mala señal en un juego; las ideas sencillas como esta pueden funcionar, siempre que no se compliquen demasiado. Imaginaos un Lemmings en el que no tenéis ni idea de cuántos tipos de lemmings hay ni de para qué sirve exactamente cada uno: toda la gracia se perdería.
Night in the city. |
Pero si estáis dispuestos a aprender bien todas esas cartas (¡más de 200!), efectos sobre el mazo y demás, la verdad es que el resto del juego está bien. Los gráficos son muy sencillos (no hace falta más) pero simpáticos y muestran efectos de día/noche, lluvia y demás. Las voces (sólo inglés) y los textos (español) están muy trabajados, salvo por algún error puntual en los que aparecen palabras en francés. Y la verdad es que dar con una buena combinación de cartas que nos mejore a tope varias columnas a la vez resulta muy satisfactoria. Por no mencionar la posibilidad de multijugador local, que también se agradece aunque introduce (una vez más) nuevas reglas y cartas específicas que exigen aún más compromiso por parte de los jugadores. ¿El precio? 5.70€, razonable.
Similitudes razonables con...
Romopolis |
Monster Slayers |
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