Páginas

martes, 23 de febrero de 2021

₂₂₆ Overland (2019)

Tipo: Estrategia por turnos
Año: 2019
Estudio: Finji
En español:
Multijugador: No
Puntuación: 4

Reanudamos la actividad del blog con un videojuego indie bastante curioso, Overland. Este título nos propone un futuro postapocalítpico del que no se dan muchos datos, algo de un meteorito que cae del espacio y provoca que empiecen a surgir criaturas desde el subsuelo (un poco a lo Into the Breach, con el que comparte algunas características adicionales aunque es decididamente más sencillo). El caso es que nosotros estamos varados en la costa este de los Estados Unidos y tenemos que atravesar el país hasta llegar al otro océano, para lo que necesitaremos un vehículo, buenos compañeros y mucha suerte.

Lo de la suerte no es sólo un modo de hablar, porque los niveles se generan proceduralmente, de modo que nunca son exactamente iguales, aunque también es verdad que son muy reducidos (pero mucho, más o menos lo que veis en las capturas de pantalla, apenas unas cuantas decenas de metros cuadrados) y en general se parecen relativamente entre sí, de modo que no suele haber muchas sorpresas. El movimiento por turnos y la falta de azar en el combate (sabes si vas a matar a un bicho o no) nos lleva a que se pueda enfocar como un juego de puzles encadenados más que de estrategia en sí, aunque hay un poco de todo.

captura
Un nivel, ya veis que es pequeño.

El modo de juego es sencillo, aunque los controles suelen resultar un tanto confusos, y básicamente funciona así: tenemos unos cuantos personajes, cada uno con sus acciones por turno, y tenemos que desplazarlos por el nivel para recoger objetos, rebuscar en contenedores, enfrentarnos a los aliens o a merodeadores peligrosos, arreglar el coche (o coger otro), curar a nuestros compañeros, etc. En general da mucha libertad de acción aunque la capacidad de carga tanto de los personajes como de los vehículos es decepcionantemente limitada, y todo el rato tendremos que elegir con qué quedarnos. ¿El botiquín, el cuchillo, la caja de herramientas...? Por fortuna los personajes no pasan hambre ni se cansan (a diferencia de lo que ocurría en Distrust, donde todo el rato ibas corriendo como pollo sin cabeza para no dormirte o debilitarte), así que por ese lado todo es más relajado, y la gasolina pasa a ser con diferencia el bien más preciado (hasta tal punto que si tienes gasolina puedes saltarte los niveles directamente e ir al final de cada zona).

captura
La cosa empieza a tener mala pinta.

Como veis, es de esos juegos que al principio parecen muy simples pero ocultan una amplia variedad de opciones y de posibles sorpresas, como encontrar comerciantes, lugares tranquilos para descansar o jugar con nuestro perro, auténticas emboscadas de bichos sin comerlo ni beberlo, etc. Si habéis jugado a cualquier videojuego de supervivencia este os parecerá más simple, pero la gracia está en disfrutar de la historia y el entorno (unos preciosos gráficos low-poly con una bonita iluminación) sin confiarse demasiado porque de pronto nos podemos ver con el agua al cuello. Entre nivel y nivel podemos ver cómo los personajes van conociéndose entre ellos y tendremos que distribuir nuestras pertenencias y planear con cuidado la siguiente parada próxima a la carretera principal, ya que no es posible volver atrás una vez lleguemos a un lugar. Básicamente hay que calcular la gasolina que gastaremos y si nos merece la pena lo que supuestamente vamos a encontrar allí: nuevos coches, armas, supervivientes que añadir a nuestro grupo, etc.

captura
El recorrido que tenemos que hacer.

El combate no es el eje principal del juego, aunque tiene cierta importancia. Para empezar las criaturas son ciegas (normal, viviendo en el subsuelo) y se guían por el sonido, lo que nos permite usar ciertos trucos para despistarlas. Y aunque las primeras no son difíciles de matar, al palmarla atraen a más compañeras, lo que nos puede meter en una situación francamente desagradable. Así pues, hay que combatir lo menos posible, lo cual también se aplica a los puñeteros saqueadores que nos encontremos por ahí y que intentan mangarnos lo que pillen. Incluso abandonar a compañeros puede ser problemático porque cabe la posibilidad de que regresen más adelante para vengarse...

Entre las pegas de Overland, además de lo ya dicho para los controles, que son liosos, tenemos que la parte azarosa nos deja un poco en manos del RNG, con lo que la aventura puede ser muy cómoda o prácticamente imposible. Por suerte una vez superada una zona (el juego propone siete con varios niveles cada una antes de llegar a la costa oeste) podemos volver a empezar desde ella y ahorrarnos parte del camino.

captura
Entornos postapocalípticos minimalistas.

Otro punto en contra es que tampoco hay mucha interacción entre los personajes; cada uno tiene sus virtudes y defectos pero la cosa no va más allá de ciertos efectos sobre los niveles, cuando podría haberse aprovechado más la historia personal (esa suele ser la gracia de las pelis/series postapocalípticas, ¿no os parece?). Pero al menos sí nos permite empatizar un poco con ellos en esos momentos tranquilos. El final resulta bastante decepcionante, tanto por su (nula) jugabilidad como por el marcado pesimismo que lo impregna. Vale que es un juego apocalíptico, pero hombre...

El precio normal (casi 17€) me parece un poco elevado para lo que es el juego (un tanto repetitivo a la que te has hecho con él) y lo saturado que está hoy día el mercado, pero con ciertos descuentos puede resultar muy apetecible, en particular para quienes disfrutan de juegos sencillos, minimalistas y de planteamiento original. ¡Y hay perros! ¿A quién no le gustan los perros? 🐶

Similitudes razonables con...


Distrust

Into the Breach

No hay comentarios: