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viernes, 7 de agosto de 2020

₂₁₅ ValeGuard (2018)

Tipo: Estrategia en tiempo real
Año: 2018
Estudio: Lost Tower Games
En español: No
Multijugador: No
Puntuación: 4

ValeGuard es una variante de los RTS tradicionales. Yo diría que bebe directamente del clásico entre los clásicos Warcraft, al que recuerda mucho en diversos aspectos visuales y funcionales (mismamente en la ambientación y el concepto de las misiones), pero esta vez separando los aspectos de construcción y preparación de las unidades de lo que sería el combate propiamente dicho.

¿Podremos defender esta pequeña aldea?

Para que os hagáis una idea, el juego se desarrolla en dos fases bien diferenciadas. Durante el día puedes asignar a tus trabajadores las órdenes que desees sobre construcción, reparación, fabricación de armas, etc. Y también mover y equipar a tus tropas como te parezca oportuno para defender la población. No hay límite de tiempo, nadie te ataca mientras tanto ni nada (como mucho viene algún mercader a comerciar), así que no hay motivo para estresarse. Ahora bien, por la noche pueden producirse ataques y, en general, sucederán cosas que pongan a prueba tu preparación.

El combate es la única parte que va en tiempo real y es bastante confuso. No es como cuando en Warcraft la disposición de las tropas resultaba fundamental para alcanzar la victoria sin sufrir unas pérdidas excesivas. Basta con tener a las unidades juntas y bien equipadas para apoyarse unas a otras. Evidentemente hay que disponerlas en el lugar adecuado, pero el juego te da una pista para ello porque los ataques sólo pueden provenir de uno de los caminos donde hay niebla, que varía de un día a otro. Por eso durante las fases diurnas debes ir equipando a los soldados y moverlos de un lado a otro para evitar que se te cuelen luego los enemigos.

Lanceros se enfrentan a hordas de demonios.

Seguro que todo esto de prepararse por el día para esperar un ataque nocturno que surge de la niebla os está recordando a Kingdom, y esa sería una buena influencia. Por desgracia ValeGuard no alcanza ese mismo grado de tensión ante el inminente ataque. En el nivel de dificultad estándar el juego es demasiado fácil; para que os hagáis una idea, sólo he perdido una vez: fue en el nivel inicial y porque unos lobos se me colaron por donde no tenía soldados. Volví a empezar y he terminado el juego entero sin el menor sobresalto. Y eso que es un roguelike y si pierdes te manda de vuelta al principio. Curiosamente, el siguiente nivel de dificultad es ya insuperable y no se recomienda para jugadores novatos.

Los escenarios, por cierto, son parecidos entre sí (cuentas con una pequeña aldea a medio fortificar y algunas unidades), pero presentan interesantes diferencias. Por ejemplo, en uno de ellos tienes que reparar un puente antes de un número determinado de días para que la población pueda huir a tiempo, en otro puedes erigir una almenara para que acudan nuevas tropas en tu auxilio, etc. Son simpáticos dentro de su relativa similitud. Al superar cada uno de ellos (ya sea resistiendo un número determinado de días o alcanzando los objetivos particulares) podemos elegir el siguiente en el mapa, siempre avanzando hasta la izquierda hasta enfrentarnos al desafío final en la ciudad de Ironhold, donde todas la fuerzas del mal nos harán frente.

El mapa de escenarios.

De un mapa a otro sólo mantenemos a los héroes, las típicas unidades especiales con sus poderes y sus objetos mágicos equipados (y que casi se bastan solas para vencer cualquier batalla, la verdad). La derrota, por cierto, se produce si perdemos a todos estos héroes o bien si nos destruyen la posada, un edificio de la aldea que realmente no sirve para otra cosa. Pero sin ella, ¿dónde se reuniría la gente a beber? La vida dejaría de tener sentido, sin duda.

Y ya por ir cerrando la reseña, me gustaría mencionar los eventos que tienen lugar cada noche. Viene a ser la parte aleatoria del juego y plantean situaciones interesantes. Por ejemplo, se acerca a la muralla una familia de campesinos perseguida por los demonios, ¿les dejas pasar (con el riesgo de que los demonios te ataquen) o permites que mueran? Viene un alquimista que dice que puede mejorar tus pozos, ¿le dejas trastear con tu suministro de agua potable? ¿Apuestas el oro de la aldea en un juego de dados? Cosas de ese estilo que me han recordado a lo que ocurría en Crowntakers y que resultan refrescantes para romper la rutina de día/preparación - noche/combate.

La almenara pide auxilio a los aliados.

Lo malo es que precisamente estos eventos sustituyen a los ataques (o mejor dicho, los ataques son un tipo de evento nocturno), con lo cual incluso en los niveles teóricamente más duros puedes pasarte igual diez noches sin que nadie te moleste en serio, más allá de tomar ciertas decisiones sin gravedad. Y claro, para entonces ya eres invencible y te da igual que te ataquen los goblins o el rey de los muertos vivientes. Que por cierto son dos de las facciones que te tienen ojeriza, sin que se sepa muy bien por qué. Porque son malos y punto, imagino.

En resumen, ValeGuard aporta un buen planteamiento, sencillo y visualmente agradable, que se ve lastrado por una dificultad mal medida, decantada hacia lo demasiado fácil en el nivel normal y hacia lo imposible en el siguiente. Si nos hiciera temer la llegada de la noche (pero sin pasarse) hubiese sido un gran juego, ahora es simplemente entretenido. Aun así, constituye un esfuerzo loable para lo que es básicamente obra de una sola persona, y 8.19€ no parece un precio desorbitado para lo que ofrece.

Similitudes razonables con...


Warcraft: Orcs & Humans

Warcraft II: Tides of Darkness

Kingdom

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