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viernes, 17 de abril de 2020

₂₀₆ Roadclub: League Racing (2019)

Tipo: Carreras de minicoches
Año: 2019
Estudio: Solid Core
En español: No
Multijugador: Pantalla partida
Puntuación: 3

Hacía mucho que no traía aquí un videojuego de carreras de minicoches, más exactamente desde que le tocó a mediados de 2017 a Mini Motor Racing EVO. Y eso que he probado varios, pero ninguno me ha convencido lo suficiente como para analizarlo a fondo. Roadclub: League Racing es la primera excepción, aunque durante unos días pensé que iba a seguir ese mismo destino.

Solid Core es un pequeño estudio sueco indie que ha querido recuperar el estilo retro de este tipo de videojuegos, y hasta cierto punto lo ha conseguido. Los coches se ven realmente pequeños (aunque eso ayuda a controlar mejor el circuito), hay variedad de modelos y entornos, pero no armas ni trampas como en Death Rally o Speed Kills, aunque sí un sistema de control de daños muy sencillo: una barra que va creciendo con cada golpe (sin menoscabar el rendimiento del coche) hasta que acabas de destrozarlo y ahí sí que sólo te queda ir al ralentí.

Atropellada salida bajo la nieve.

En estos juegos de planteamiento tan sencillo se suele poner énfasis en el entorno de simulación: la física que afecta a los vehículos y los impactos, las condiciones atmosféricas, los tipos de terreno... Y me resulta difícil juzgar el resultado. La conducción en general es complicada y por momentos frustrante, pero sí que se notan las mejoras que vas añadiéndole al coche y el terreno por el que lo llevas.

Por ser sincero, diré que durante un buen rato estuve a punto de dejar el juego. Era complicado manejar el coche y cualquier impacto con un oponente, por mínimo que sea, te manda a tomar por saco, obligándote a reiniciar la carrera. En parte la experiencia mejora al conocer mejor los circuitos y las zonas donde puedes acelerar y las que más vale ir apretando el freno. Pero sobre todo la cosa cambió al comprar un modelo Guardian; no sé que tiene pero va como sobre raíles. Hasta a dificultad extrema dejó de ser complicado ganar. Incluso modelos supuestamente superiores no me han dado ni de lejos ese comportamiento. Así que si veis que no hay manera intentad haceros con uno en la zona donde venden nuevos vehículos y mejoradlo todo lo que podáis.

Carreras en un antiguo aeródromo.

Eso me lleva a otro aspecto curioso del juego. En principio, el sistema de avance es relativamente habitual. Hay una serie de corredores compitiendo en siete ligas de creciente nivel. Tú empiezas por la última con un dinero que te servirá para adquirir tu primer vehículo y, en función de tus resultados, irás recibiendo más dinero para reparar y mejorar tu coche y, eventualmente, para comprar otros más potentes que te permitan abrirte paso entre la élite. Si superas ese último nivel te las verás con un oponente especial en un nuevo circuito, un poco como sucedía ya en el mítico Death Rally original. Pero el tema está en que los demás corredores también van mejorando su coche con el dinero que obtienen. Esto crea un efecto de escala: si mejoras a un ritmo normal, todo el mundo lo hace también y no avanzas respecto a ellos. Si hay suerte y ganas las primeras carreras, el dinero adicional te permite sacar ventaja tecnológica y entras en una espiral ascendente. Y claro, está la vertiente perjudicial: si empiezas mal es muy probable que nunca logres estar a la altura de tus oponentes y tengas que renunciar a ese corredor y empezar otra vez de cero.

El adversario final, atascado.

Los circuitos no me acaban de convencer. Entiendo que tiene que haber algunos más técnicos y que no todo va a ser acelerar a fondo, pero varios son realmente incómodos, y no le veo la gracia a ganar un campeonato de ultradeportivos conduciendo como si llevaras un 600. Supongo que es cuestión de gustos y a malas ahí tienes el editor incorporado y conectado con el workshop de Steam. Pero vamos, que en general no me han entusiasmado. Y no olvidéis que, aunque las pistas son anchas, salirse de la trazada ideal suele implicar un impacto fuerte o, en el mejor de los casos, que os cueste dios y ayuda regresar al trazado correcto. Esto que digo se observa con claridad en el desafío final: superas la competición Elite y te las ves con el adversario en un... circuito urbano en medio de casitas inglesas donde es imposible acelerar. Y ojo, ¿sabéis qué me pasó? Que el temible oponente se quedó atascado en una curva cerrada y sólo tuve que recorrer todo el circuito despacito y sin chocar para completar el juego.

En fin, que echar unas cuantas carreras a Roadclub: League Racing resulta una experiencia divertida, pero no acaba de tener lo necesario para ser espectacular, ni ofrece tampoco otro multijugador que no sea a pantalla partida (que sí, es retro, pero a estas alturas...), y por eso se queda con tres palas. Por eso y por los frecuentes cuelgues, normalmente justo tras terminar una carrera, con la gracia que eso supone. Pero bueno, no es un juego caro y si sois aficionados al género es de lo mejor que ha salido últimamente.

Similitudes razonables con...


Little Racers Street

Mini Motor Racing EVO

Bang Bang Racing

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