Escarbajuegos: ₂₉₀ Dark Quest III (2023)

Tipo: Estrategia por turnos
Año: 2023
Estudio: Brain Seal Ltd

En español: No
Multijugador: No
Editor: No

Puntuación: 2

En un claro del bosque se reúnen unos cuantos héroes, atraídos por la llamada del anciano, que los convoca para enfrentarse a la creciente amenaza de un malvado nigromante. Irán avanzando de cuatro en cuatro, intentado llegar cada vez más lejos que los compañeros previos antes de caer, con la esperanza de alcanzar algún día el triunfo.

A veces ponerse a hacer una reseña resulta confuso, porque es como si tuvieras delante un juego diferente al del resto de críticas. A ver, Dark Quest II, la entrega anterior a esta, era un excelente (aunque algo simplista y limitado) emulador de juegos de mesa como Hero Quest (el propio título ya lo sugiere). Uno tiende a pensar que la tercera parte también irá por ahí, ¿verdad?

captura — Chicos, me parece que el lobo está detrás.

Pues no, resulta que Dark Quest III cambia completamente de género y pasa a ser un juego de eventos por cartas (comentan que inspirado en el juego de mesa Talismán, también de los años 80, pero no lo conozco así que no puedo juzgar). Y las reseñas dicen "¡pero no pasa nada, también es una idea interesante!". Hombre, sí, pero para eso haberle cambiado el nombre. Es como si me compro la última edición de SimCity y me encuentro con un first person shooter. Igual no es malo de por sí, pero no es lo que el público objetivo esperaría.

Pero lo peor es que el juego en sí es bastante pobre y, a todas luces, un paso atrás respecto a DQ2. A ver, básicamente elegimos cuatro personajes y empezamos la misión, que consiste en sacar cartas de un mazo. De verdad, no exagero. No se elige nada, simplemente vas sacando cartas de una en una hasta que se acaban, y entonces pasas a otra zona. Visualmente, lo único que cambia entre zonas es el dibujo de fondo. Y respecto a las cartas, pues son eso, completamente aleatorias. Encuentros que no tienen sentido entre sí, y que lo mismo te dan mejoras de personaje que te hieren o te meten en un combate, o te piden tiradas sin lógica (¿por qué no puedo poner a un personaje a detectar trampas, o delante para que se lleve las tortas?).

Que sé lo que estáis pensando: "ah, pero el combate será lo que salve el conjunto". Pues no. Primero, tanto las animaciones como la funcionalidad de los turnos han caído mucho desde el anterior juego, es como si hubieran "atontado" el sistema. Ahora monstruos y personajes atacan de forma alternativa, no hay iniciativa, ni puedes controlar el posicionamiento de las unidades, ni hay límite de movimiento por turno, ni nada. Y, de hecho, es mejor rehuir el combate siempre que se pueda, porque no vamos a sacar ninguna recompensa que no llegue también con otras cartas, y a menor coste (ya que el final del recorrido viene marcado por la muerte del grupo, que casi siempre va a ser en combate).

Y no penséis que hay mucha libertad de acción, ni siquiera vemos por dónde vamos. Tenemos que avanzar de carta en carta, eligiendo a veces la siguiente región (como si importara mucho) hasta que palmamos. Así, tal cual. Y cuando eso sucede, volvemos al campamento. Vale, entonces no es tan grave, ¿no? Pues sí, porque en ese momento perdemos todo el oro, armas y progreso de personaje que hayamos acumulado. Todo, menos los cristales con los que se compran ciertas mejoras de entorno. ¿Por qué? Ni idea. Honestamente, no veo a quién le puede divertir avanzar a los personajes con mejores habilidades y equipo, sólo para perderlo todo obligatoriamente haga lo que haga. Y vuelta a empezar, claro.

No sé si es que estoy espeso y no le pillo la gracia, pero no lo veo. Y menos, considerando lo bueno que era el Dark Quest anterior. Que igual si fuera el primer juego de Brain Seal, pues mira, piensas que ya vale para pasar un rato y se lo perdonas. Pero que con la experiencia que tenía el estudio se vayan tan atrás, no tiene excusa. ¿Por qué no han mejorado el gameplay de DQ2 añadiendo nuevos personajes, o mejores gráficos, o más versatilidad en los dungeons? Les habría costado menos y sin duda habría atraído a más público. Supongo que es algo que nunca entenderé.

En fin, tal como está, Dark Quest III me parece tan limitado como caro (18€ frente a los menos de 9€ que costaba DQ2), y no puedo recomendarlo. Pero oye, hay muchas críticas positivas por ahí, seguro que saben más que yo.